29 de enero de 2010

Thin clients en el hogar: un escenario atípico

En ocasiones encontramos comentarios que pretenden justificar el uso de la tecnología thin client sólo en aquellas redes de ordenadores donde existen varios puestos de trabajo que requieren funcionalidades similares. Este comentario frecuentemente viene acompañado con otro juico, realizado desde el punto de vista económico, según el cual esta tecnología carece de sentido cuando el número de terminales que comparten un servidor es muy reducido. Sin embargo, ninguna de estas dos afirmaciones es precisa, ni del todo cierta, y como veremos a continuación existen escenarios donde la tecnología thin client es interesante ya desde la conexión del primer cliente.

Hoy día, por ejemplo, en un hogar europeo de clase media resulta extraño no encontrar un ordenador de uso personal, para el estudio, trabajo en casa, el acceso a Internet, o simplemente para ocio. Además, cada vez es más frecuente que varios miembros de una misma familia compartan el uso de ese equipo. Este despliegue del ordenador personal en casa se viene incrementando desde hace varios años, por lo que también es frecuente que un hogar haya decidido actualizar ese hardware, y es aquí donde entra de nuevo en juego la tecnología thin client. Recordemos que una de las grandes ventajas de la tecnología thin client es que permite utilizar casi todo tipo de hardware en la parte del cliente. Esta versatilidad se debe a los escasos requisitos que posee un thin client, de tal forma que podemos utilizar: hardware específico, obsoleto, de bajo rendimiento, equipos móviles, y por supuesto cualquier PC de uso común. Nos encontramos entonces con un escenario donde la tecnología thin client puede ser utilizada para compartir los recursos de un equipo recién adquirido, haciendo las labores de servidor o estación de trabajo. El equipo reemplazado puede ser utilizado como un terminal de acceso remoto permitiendo el uso simultáneo de dos puestos de trabajo que comparten el rendimiento del equipo más potente. Este escenario es interesante a pesar de utilizar un único cliente y obtiene un mejor rendimiento cuando los usuarios emplean recursos distintos.

Antes de concluir me gustaría realizar una pequeña aclaración. La imagen proporcionada en esta entrega no es precisamente un vivo retrato del ejemplo recién descrito. Esos ordenadores que tantos recuerdos nos evocan (buenos y malos), pero que en algunos casos han superado incluso la década de antigüedad, difícilmente pueden ser reutilizados. Por lo general, no disponen de una tarjeta de vídeo con la resolución mínima utilizada en la actualidad, no suelen incorporar una tarjeta de red, los slots de expansión son obsoletos, y probablemente no tengan la potencia suficiente para cargar el sistema operativo mínimo que requiere un thin client. Este es, seguramente, el momento de despedirnos definitivamente de estas reliquias :'-(

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